Las coníferas son árboles antiguos y resistentes que han sabido adaptarse a condiciones extremas. En el Jardín Botánico Mondarruego se reúnen especies de distintos lugares del mundo, desde los pinos del Pirineo hasta los cedros del Atlas, para mostrar su diversidad y su papel en la conservación de los ecosistemas de montaña.

A través de su observación, los visitantes pueden descubrir cómo estas especies mantienen el equilibrio natural y simbolizan la fortaleza de la vida en entornos de alta montaña.