7-SEQUOIA SEMPERVIRENS
7-SEQUOIA SEMPERVIRENS
Español: Secuoya de California. Secuoya Roja.
Francés: Sequoia Sempervirens
Aragonés: Secoya Roya
•Longevidad: pueden llegar a vivir 2200 años y alcanzar más de 120 m de alto por 25 m de circunferencia en su base (por eso se le llamo Árbol Mamut). De crecimiento rápido en las primeras décadas de su vida.
•Habitad natural: en Norteamérica, en una franja de 35 km de ancho y a lo largo de la costa del Pacifico en las orientaciones con alta humedad y abundante niebla desde el sur de Oregón al norte de California. Prolifera en suelos frescos y profundos. Soporta las bajas temperaturas, pero le afectan las heladas tardías.
•Distribución en España: es muy común en parques y jardines por sus impresionantes dimensiones donde pueden alcanzar los 50 m de altura.
•Características: el tronco es liso y robusto. La corteza , marrón oscura y esponjosa, se desprende en placas irregulares mostrando el color rojizo del tronco.
•La copa es piramidal y sus ramas horizontales, abundantes y frecuentemente caídas.
•Las hojas son aciculares (alargadas), rígidas, punzantes y aplanadas. Su color es verde oscuro por el haz y más pálidas por el envés, con dos bandas blanquecinas. Estas miden hasta 3 cm de largo por 0,2 cm de ancho. Se disponen en forma de peine en dos filas opuestas.
•Su fruto es una piña ovoide solitaria o por parejas, de color pardo rojizo, que aparecen al final de las ramitas o en cortos brotes laterales.
•Florece entre febrero y marzo y las piñas maduran en el otoño. También pueden reproducirse a partir de estacas.
•Curiosidades: las nieblas que envuelven estos gigantes desempeñan un papel muy importante en su ecosistema ayudando a reducir la fatiga por la sequía y rebajando la transpiración del árbol, sobre todo en verano.
•Fue introducido en Europa a mediados del siglo XIX.
•Su madera es de calidad aceptable, de color pardo rojiza, ligera y fácil de trabajar
•El nombre “Sequoia” procede del legendario jefe Cherokee Sequoyab (1770-1843), famoso por inventar el alfabeto Cherokee.
•Se siente algo extraño al pie de estos venerables árboles y nos preguntamos cuantas historias podrían contarnos si hablaran.